No obstante, el concepto moderno de los implantes dentales comenzó a desarrollarse en el siglo XX, en una era en la que la odontología comenzó a avanzar de manera significativa, gracias a los avances en la medicina y las ciencias biológicas.
El Desarrollo de los Implantes Subperiósticos
El término «subperióstico» se refiere a un tipo de implante dental colocado debajo de la membrana perióstica que recubre el hueso. Esta técnica fue desarrollada para pacientes que no tenían suficiente masa ósea para recibir implantes tradicionales, como los implantes endoóseos, que requieren la colocación directa en el hueso.
La historia de los implantes subperiósticos se remonta a la década de 1940, cuando pioneros en el campo de la implantología intentaron encontrar soluciones para los pacientes con pérdida ósea significativa. Durante este período, los avances en materiales y en técnicas quirúrgicas comenzaron a allanar el camino para nuevas opciones de tratamiento.
Uno de los primeros odontólogos en experimentar con esta técnica fue el Dr. Brånemark, en la década de 1950, un cirujano ortopédico sueco. Aunque es más conocido por sus contribuciones al desarrollo de los implantes dentales endoóseos (implantados dentro del hueso), sus estudios sobre la osteointegración (la integración del implante con el hueso) sentaron las bases para la creación de los implantes subperiósticos. A lo largo de los años 60 y 70, algunos otros dentistas comenzaron a explorar la posibilidad de crear implantes que pudieran ser colocados bajo el periostio, utilizando titanio y otros materiales biocompatibles.
Evolución y Mejoras en los Implantes Subperiósticos
Los primeros diseños de los implantes subperiósticos eran bastante rudimentarios y no siempre tenían buenos resultados en términos de integración con el hueso y la longevidad del implante. Estos implantes se fabricaban en la mayoría de los casos a medida, utilizando moldes personalizados del maxilar del paciente.
A lo largo de las décadas de 1970 y 1980, los avances tecnológicos en la ingeniería de materiales y la cirugía ortopédica mejoraron significativamente la calidad de los implantes subperiósticos. En este período, el titanio emergió como el material preferido para los implantes dentales debido a su biocompatibilidad y su capacidad para integrarse con el hueso, lo que permitió la creación de implantes más duraderos y eficaces.
El Declive y la Popularización de los Implantes Endoóseos
Con el paso del tiempo, los implantes subperiósticos fueron reemplazados gradualmente por los implantes endoóseos, que ofrecen ventajas como una mayor estabilidad y facilidad de colocación. La osteointegración, un fenómeno observado principalmente en los implantes endoóseos, permitió un enfoque más directo para la colocación de los implantes dentro del hueso, eliminando la necesidad de colocar el implante debajo del periostio.
Sin embargo, los implantes subperiósticos no desaparecieron por completo. Aunque su uso disminuyó, aún se utilizan en casos específicos donde el paciente tiene una pérdida ósea considerable que no puede ser corregida con injertos óseos o cuando otras opciones no son viables. A menudo, los implantes subperiósticos se consideran una opción de último recurso para pacientes con severas deformidades óseas.
Situación Actual
Hoy en día, los implantes subperiósticos se encuentran en una posición más restringida dentro de la implantología dental. Con los avances en los implantes endoóseos y las técnicas regenerativas óseas (como los injertos óseos y la elevación del seno maxilar), la necesidad de recurrir a implantes subperiósticos ha disminuido. No obstante, en determinados casos, siguen siendo una solución viable para pacientes con limitaciones óseas severas.
Además, en los últimos años se ha continuado con la investigación para mejorar la técnica, con el desarrollo de nuevos materiales como aleaciones de titanio, cerámica y otros compuestos biocompatibles. Las innovaciones en tecnología 3D también han permitido una mayor personalización en el diseño de estos implantes, mejorando su integración con los tejidos circundantes y optimizando los resultados clínicos.
Conclusión
Los implantes subperiósticos han tenido un largo camino desde sus primeros experimentos en la década de 1940 hasta la actualidad. Aunque su uso ha sido reemplazado en muchos casos por los implantes endoóseos, continúan siendo una opción viable para pacientes con condiciones específicas que no permiten el uso de implantes tradicionales. El desarrollo de estas técnicas refleja la constante evolución de la odontología y la adaptabilidad de la medicina dental frente a los retos de los pacientes con necesidades complejas.